Una vez más el internet ha intervenido y ha impulsado un modelo que busca compartir u ofrecer bienes y servicios a través de plataformas digitales: la economía colaborativa o economía compartida.
¿En qué consiste? La economía colaborativa se trata de conectar gente que busca “algo” con gente que lo ofrece. Desde luego, esto no es nuevo, sin embargo el hecho de que se pueda hacer esta conexión por medio de plataformas o dispositivos móviles, es lo interesante de este sistema.
Los productos o servicios se pueden rentar, prestar, comprar o hasta vender y para muchos lo más importante no son los beneficios económicos, sino las necesidades específicas que este modelo llega a abarcar.
La cantidad de bienes y servicios que pueden ofertarse en este esquema es ilimitado: desde comida casera y chefs privados, tintorerías, empleadas del hogar y alojamiento, hasta maquinaria pesada, manicure o clases de idiomas, entre otros ejemplos.
La economía colaborativa es un término mucho más profundo de lo que parece. De hecho, es posible que el dinero no sea el único valor de cambio para las transacciones. Los servicios en sí, son considerados bienes de intercambio.
Por ejemplo, una persona que pueda ofrecer a otra compartir su carro durante unos días, puede intercambiar este servicio por algún otro como algún servicio de mantenimiento para la casa, cuidar a los niños, entre otros. Como su propio nombre lo indica, la economía colaborativa o compartida es un modelo centrado en la ayuda mutua.
Tipos de economía colaborativa
Actualmente, casi todos los sectores económicos ya cuentan con negocios colaborativos y esto gracias a la flexibilidad que indudablemente brinda internet para ofrecer servicios de todo tipo y casi desde cualquier lugar del mundo.
Debido a que las necesidades de las personas son muy variables, la economía colaborativa podría dividirse en 3 tipos:
- Conocimiento para todos: Aquí se promueve la difusión del conocimiento sin barreras a través de plataformas informáticas a las que recurren los usuarios. Ya sea que se ofrezcan cursos, talleres o clases para impartir un determinado tema y a un precio sumamente accesible o en algunos casos son gratuitos.
- Producción y/o consumo colaborativo: Se trata de plataformas que promueven la difusión de proyectos o servicios de todo tipo, o bien, pone en contacto a las personas para intercambiar bienes o servicios -en su mayoría- de forma gratuita y altruista.
- Finanzas colaborativas: En este tipo de economía entran los microcréditos, préstamos, donaciones, ahorros y financiamientos. Los usuarios se ponen en contacto para satisfacer necesidades en cualquiera de los aspectos antes mencionados. Uno de los mejores ejemplos lo vemos en el crowdfunding, un modelo de financiación para aquellos que deseen aportar capital a ciertas iniciativas a cambio de un tipo de ganancia.Cabe mencionar que este sistema ha sido tan exitoso en México que ha llegado al sector de los bienes raíces, surgiendo así el crowdfunding inmobiliario, e incluso algunas plataformas dedicadas a este segmento están trabajando de la mano de instituciones como la CNBV (Comisión Nacional Bancaria y de Valores), para regular su buen funcionamiento.
Beneficios de la economía colaborativa
Entre las ventajas que ofrece el ser parte de una economía colaborativa, se encuentran:
- Buen aprovechamiento de recursos. Este es uno de los principios de la economía compartida, pues si a alguien le sirve una cosa, lo más probable es que a otra persona también, así que ¿por qué no compartirlo? El mejor ejemplo son los coches, que pueden servir para llevar a varios pasajeros con destinos similares al tuyo.
- Ahorro. La mayoría de productos y/o servicios que se ofrecen, tienen precios módicos o incluso, simbólicos. Se trata de evitar el consumismo.
- Mayor oferta. Los productos con un segundo uso y los servicios compartidos amplían la oferta de los mercados tradicionales.
- Fomenta el desarrollo sustentable. Otra ventaja de la economía colaborativa es que estimula el segundo uso de los productos, lo que alguien ya no necesita, puede tener un nuevo destinatario. La reutilización y los servicios compartidos son una buena manera de contribuir al cuidado y la sostenibilidad de los entornos.
- Comunidades fuertes. Participar en estas plataformas representa una alternativa para las personas que por diversas razones les ha sido complicado unirse a la fuerza laboral y alcanzar su autonomía económica. En estos modelos pueden ofertar un servicio o producto hecho a su medida, en un horario conveniente y sin tantos requisitos que un “trabajo formal” sería complicado cumplir.
- Economía más democrática. Por último y no menos importante, la economía colaborativa, es una alternativa para democratizar la riqueza, ya que cualquier persona tiene algo que ofrecer a una infinidad de gustos y necesidades, añadiendo valor al cliente correcto en el momento y lugar preciso.
Esperamos que esta pequeña introducción a la economía colaborativa te haya dado una idea de lo mucho que se puede profundizar en el tema en aspectos como: la regulación de estas plataformas, ejemplos de empresas exitosas que están fomentando este sistema, las desventajas del modelo, en fin.
Lo que no podemos dejar de mencionar es que nos encontramos en un punto en el que la economía colaborativa está en auge y está logrando activar el capital local, además de fomentar la conciencia hacia todos los productos o servicios que usamos.