“Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.”
Seguramente, más de una vez has comprobado que el trabajo colaborativo te ayuda a concretar objetivos de manera exitosa. Permite compartir ideas, conocimientos, habilidades y recursos que se traducen en mejores resultados.
En el mundo de las inversiones no es diferente. La participación conjunta en diferentes proyectos ayuda a que estos se materialicen y los inversionistas puedan asegurar sus recompensas económicas a futuro.
El crowdfunding nace de esta idea. Es un método de financiamiento que, a través de la unión de pequeñas contribuciones individuales, ha revolucionado la forma en que se apoyan proyectos y emprendimientos alrededor del mundo.
En este artículo, exploramos la historia del crowdfunding, desde sus inicios hasta su evolución en el panorama global y su impacto en México.
¿Qué es el crowdfunding?
El crowdfunding es un modelo de financiamiento que consiste en obtener fondos para respaldar un proyecto o idea específica a través de inversiones de múltiples personas. Estas contribuciones pueden ser realizadas a través de plataformas digitales especializadas, que conectan a los creadores de proyectos con potenciales inversionistas o patrocinadores.
A cambio, los inversionistas pueden recibir recompensas, productos o participación en el proyecto, dependiendo del tipo de crowdfunding empleado. En el crowdfunding inmobiliario uno de los beneficios es recibir atractivas tasas de rendimiento una vez que el desarrollo termina. Algunos inmuebles ofrecen hasta un 17% anual.
¿Cómo nace el Crowdfunding?
Los orígenes del crowdfunding se remontan a prácticas de financiamiento colectivo que se llevaron a cabo durante siglos en diferentes partes del mundo. Por ejemplo, los artistas Alexander Pope y Mozart recurrieron a los patrocinios para financiar la publicación de sus libros y giras; mientras que en el siglo XIX, los neoyorquinos participaron en la recaudación de fondos para la construcción del pedestal de la Estatua de la Libertad.
Sin embargo, su aparición formal en plataformas digitales comenzó a ganar popularidad a finales de la década de 1990 y principios de los años 2000. Uno de los primeros proyectos emblemáticos fue “ArtistShare”, una plataforma que permitía a los fanáticos financiar proyectos musicales de sus artísticas favoritos a cambio de contenido exclusivo.
Después de esto, el crowdfunding tomó impulso con el lanzamiento de Kickstarter en 2009. Esta plataforma se centró en el crowdfunding basado en recompensas, donde los patrocinadores recibían retribuciones no monetarias, como productos o experiencias únicas, en lugar de participación en el proyecto.
Kickstarter allanó el camino para el crecimiento del crowdfunding en una variedad de industrias, incluyendo tecnología, arte, cine, música, diseño y más. De ahí vinieron otras como Indigogo, Ulule, Verkami y Lanzanos, que impulsaban proyectos de artistas, de creadores y sociales, principalmente.
Posteriormente, se desarrollaron diferentes tipos de crowdfunding, como el crowdfunding de donación, el crowdfunding inmobiliario y el crowdfunding de inversión. Estos últimos permiten a los inversionistas obtener una participación financiera una vez que el proyecto haya concluido o sea exitoso.
Crowdfunding en México: un Impacto Transformador
En México, el crowdfunding ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. Aunque llegó con cierto retraso en comparación con otros países, el modelo de financiamiento colectivo ha encontrado terreno fértil en la escena emprendedora y creativa del país.
Una de las principales razones de su crecimiento en México ha sido la falta de acceso al financiamiento tradicional para muchos proyectos y emprendimientos. El crowdfunding les ha permitido obtener capital inicial para llevar a cabo sus ideas, superando barreras y conectándose con una comunidad interesada en apoyar sus proyectos.
En México, se han creado plataformas especializadas que se adaptan a las necesidades locales, lo que ha impulsado el desarrollo de proyectos inmobiliarios, culturales, tecnológicos, sociales y ambientales. Además, el crowdfunding ha demostrado ser una herramienta valiosa para incrementar el patrimonio de las personas invirtiendo pequeñas cantidades de dinero.
El futuro del Crowdfunding
De acuerdo con el portal de estadísticas Statista, se prevé que el mercado global de crowdfunding se valore en $1.410 millones de dólares estadounidenses y se duplique para el 2030 con una tasa de crecimiento del 14.5 por ciento. Esto les da oportunidad a miles de proyectos de seguir siendo financiados por inversores de todo el mundo.
En cuanto al crowdfunding inmobiliario, se calcula que en 10 años representará el 10% de la inversión inmobiliaria. Tan solo en Europa se invirtieron más de 822 millones de dólares en desarrollos inmobiliarios por este método de financiamiento.
Si bien, el crowdfunding no va a sustituir la financiación bancaria, sí puede atraer nuevos públicos, incluso más jóvenes. Desde su celular o computadora, las nuevas generaciones pueden escoger el proyecto en el que quieren invertir y ¡listo!. Además, no requieren montos grandes de inversión, la unión de varios inversionistas permite acceder a desarrollos de alto nivel con un presupuesto mínimo, incluso desde los mil pesos.
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