Para menos del 1 por ciento de las empresas que logran obtener financiamiento inicial con inversión de riesgo, los términos de la relación a menudo los dictan los inversionistas, cuyas prioridades pueden no alinearse con la visión a largo plazo para el negocio. Las demandas de gobierno corporativo, la desalineación entre la optimización para el crecimiento versus la rentabilidad o la experiencia del cliente, y otras concesiones a menudo dan como resultado que los fundadores de nuevas empresas cedan más control sobre su negocio de lo que les gustaría, e incluso podrían resultar en que eventualmente sean expulsados en un evento inesperado.
En otras palabras, aunque los inversionistas de riesgo tienen millones o incluso miles de millones de dólares a disposición para proyectos, las relaciones a menudo conllevan cargas invisibles o no reconocidas más allá de lo que se detalla en el contrato cuando se trata de dirección estratégica, priorización, establecimiento de objetivos y valores.
El Venture Capital son todas aquellas inversiones que se realizan a través de acciones y que tienen por objeto financiar pequeñas y medianas empresas, normalmente startups. Así, es una forma de financiación de empresas que aún no cotizan en bolsa y que no pueden obtener su financiación en los mercados públicos de acciones o a través de otros medios tradicionales de financiación de empresas como son los créditos bancarios.
Venture Capital puede traducirse como capital riesgo, ya que se trata de una operación financiera a través de la cual se presta capital a las empresas medianas y pequeñas con un alto potencial de crecimiento pero que tienen unos niveles de riesgo elevados. Por tanto, se trata de una operación financiera de alto riesgo donde se obtienen rentabilidades muy altas, aunque hay que tener en cuenta que son operaciones que normalmente tienen por objeto financiar empresas que aún están comenzando su andadura y que, por tanto, es probable que experimenten pérdidas durante los primeros ejercicios, por lo que no es extraño que los inversores pierdan, sobre todo en esos primeros ejercicios, las inversiones aportadas.
El Equity Crowdfunding, permite a los fundadores tener un mayor control de su negocio. Menos concentración de inversionistas significa que ninguna entidad puede ejercer un control excesivo, y un gran grupo de inversionistas permite a las empresas aprovechar el poder de la comunidad y fanáticos para impulsar el crecimiento futuro.
Eso no quiere decir que el Venture Capital tradicional y el Equity Crowdfunding no puedan complementarse para una empresa. Si el negocio finalmente toma la ruta tradicional de Venture Capital, una ronda inicial recaudada a través de la financiación colectiva de acciones puede hacer que su puesta en marcha sea una perspectiva de inversión más atractiva. Y cuanto más atractiva sea la perspectiva de inversión, más influencia tendrá en sus negociaciones con ellos y podrá ser complementada con el Equity Crowdfunding.