Vivimos en un mundo de ironías. Destacamos en temas tecnológicos, podemos crear cosas inteligentes, pero no podemos crear personas más racionales de un día a otro, por lo que la igualdad y equidad de género siguen siendo temas sumamente controversiales y con mucho por aprender.
Esto no es asunto de una nación en particular, pues sucede en todos los países, ¿qué tal el tema de Miss España 2018 que causó tanta conmoción? Y aunque son innumerables los ejemplos en los que hombres y mujeres deberían o no hacer tal o cual cosa, o tendrían que destacar por encima de, por el momento sólo nos enfocaremos al aspecto financiero.
Inclusión financiera, ¿sólo para algunos?
Los esfuerzos que se han hecho por aumentar la inclusión financiera durante los últimos años, al parecer no han sido suficientes, pues según el Banco Mundial, se estima que en 2017, el 35% de las mujeres en el mundo todavía no tenía una cuenta bancaria, una proporción que alcanza el 70% para las mujeres de bajos ingresos.
En América Latina, las cifras no son distintas, pues las mujeres continúan estando menos incluidas en el sistema financiero que los hombres. En cuanto a la propiedad de una cuenta, la brecha entre hombres y mujeres arroja que cerca del 59% de los hombres declaran tener una cuenta en una institución financiera, y solo el 52% de las mujeres declaran tenerla.
Las mujeres, necesitan una amplia gama de servicios financieros, no solo el acceso a una cuenta bancaria, sino también poder solicitar créditos, ahorros, mecanismos de pago costo-efectivos, ahorro para el retiro, seguros, por nombrar algunos.
Contar con ejes que fomenten la inclusión financiera, también es un camino prometedor para mejorar el empoderamiento y la productividad económica de las mujeres, brindándoles más control y privacidad para administrar sus recursos.
¿Y cómo lograr lo anterior? Un factor que nos puede conducir por una mayor inclusión financiera es contar con lugares de trabajo más diversos en materia de género.
Si bien hay mayor inclusión laboral que en el pasado, aún no es del todo equitativa. Tan solo entre las corporaciones más grandes e importantes a nivel internacional (como IBM, General Motors, PepsiCo, Oracle, por mencionar algunas) y que pertenecen al exclusivo club de las Fortune 500, existe una clara falta de equidad de género, pues sólo 24 de los 500 CEOs son mujeres. Sí, en pleno 2018.
A pesar de lo anterior, no podemos negar que la inclusión de las mujeres en distintos ámbitos laborales ha logrado involucrar a las más jóvenes en el mundo de los negocios, así como interesarse por sus finanzas personales y por supuesto, en las inversiones.
Y a todo esto, ¿quién maneja mejor el dinero, hombres o mujeres?
Una encuesta hecha por el Centro Global en educación financiera de la Universidad de George Washington, buscó medir cuatro conceptos básicos del manejo del dinero: aritmética básica, interés compuesto, inflación y diversificación del riesgo.
Esta prueba se hizo a 150.000 adultos en más de 140 países. Se consideraba que los encuestados tenían “alfabetización financiera” si contestaban correctamente a tres de los cuatro conceptos.
¿Los resultados? Solo uno de cada tres adultos contestó de forma correcta los cuatro temas, por lo que los académicos concluyeron que existen “bajos niveles de educación financiera en el mundo”.
Todo indica que tanto hombres como mujeres tenemos la capacidad de administrar de igual forma nuestro dinero, sin embargo, carecemos de educación financiera básica que contribuiría a darle un mejor uso a este capital, por ejemplo, ¿qué herramientas existen para ahorrar?, ¿cuánto tiempo debo ahorrar para invertir?, ¿dónde conviene invertir el dinero?
Otro de los resultados que arrojó esta encuesta, fue que los niveles de educación financiera de las mujeres, en general son más bajos respecto a los hombres.
Pero ojo, esto sólo en el mundo de los negocios, ya que diversos estudios revelan que las mujeres son excelentes administradoras dentro del hogar, pero justo esos prejuicios de que la mujer debe dedicarse al hogar, así como la falta de equidad de género a lo largo del tiempo, ha provocado que la mujer tenga una menor afinidad con el mundo de los números y de las inversiones.
Algo muy interesante de esta situación es que ese desconocimiento o poca afinidad de parte de las mujeres en el mundo de los negocios e inversiones, ha hecho que sean más propensas a cuestionar y/o solicitar alguna asesoría financiera al momento de involucrarse con dinero. En otras palabras, las mujeres suelen preguntar y preguntar para poder resolver todas sus dudas antes de cometer errores.
Los hombres en este sentido, aunque sí tienen una idea más clara del tema financiero, -en ocasiones- suelen actuar más por impulso, lo que los lleva a cometer errores y luego buscar una solución.
Por lo tanto, la clave en este tema podría ser el enfoque respecto a lo que buscan a largo plazo con su dinero, tanto hombres como mujeres. Saber lo que harán con ese dinero es determinante para elegir cualquier herramienta de inversión y/o ahorro.
Te invitamos a conocer la segunda parte de este artículo: El crowdfunding inmobiliario: gran alternativa de inversión para las mujeres en México