“La diversificación inteligente no significa simplemente repartir tu dinero en diferentes activos, sino elegir los activos adecuados para diversificar.”
Robert Kiyosaki
El término diversificación es posiblemente uno de los más escuchados cuando hablamos de inversiones. Pero, ¿realmente sabemos a qué se refiere? Aquí hablaremos no solo de qué es este concepto tan popular en el mundo de las finanzas, sino de cómo llevarlo a cabo en 6 sencillos pasos.
Empecemos por lo esencial: la diversificación de una cartera de inversión es una estrategia que consiste en distribuir tus fondos, tu dinero, en diferentes activos financieros con el objetivo de mitigar riesgos y, al mismo tiempo, maximizar tus rendimientos. Al diversificar, se invierte en una variedad de activos — como acciones, bonos, commodities, o bienes raíces — en diferentes sectores, e incluso en distintas regiones geográficas.
En otras palabras, es planear tu estrategia tomando en cuenta el comportamiento que se espera de un ecosistema como este: que no todas las inversiones actúen de la misma manera todo el tiempo, y la posibilidad que eso contrae de obtener resultados distintos de un mismo activo, dependiendo del momento.
En última instancia, al combinar activos diversos se busca mitigar los riesgos en nuestra cartera y disminuir el impacto negativo que pudieran tener inversiones individuales con desempeño deficiente. Si alguna de tus inversiones baja de valor, otras pueden compensar la pérdida y mantener el equilibrio general de tu cartera.
Sabemos que puede sonar abrumador, pero afortunadamente existen diferentes enfoques de los cuales podrás echar mano para analizar tu cartera de inversiones desde el punto de vista de la diversificación. A continuación te compartimos algunos de los más importantes.
Diversificación por clases de activos: consiste en invertir en diferentes clases de activos, como acciones, bonos, bienes raíces o materias primas, entre otros. Cada clase de activo tiene características y comportamientos diferentes, lo que ayuda a reducir el riesgo al no depender únicamente de un tipo de inversión.
Diversificación geográfica: implica invertir en diferentes regiones geográficas, como países o incluso continentes. Esto te permitirá aprovechar las oportunidades de crecimiento y mitigar los riesgos asociados a eventos económicos o políticos que puedan afectar a una región en particular.
Diversificación por sector: se trata de invertir en empresas de diferentes sectores. Al hacerlo, evitarás la concentración excesiva en un solo sector y podrás aprovechar las oportunidades que cada industria tiene para ofrecer.
Diversificación por temporalidad: que es realizar inversiones a lo largo del tiempo en lugar de hacerlo de una sola vez. Recuerda que obtener ganancias significativas siempre requerirá de un compromiso a mediano o largo plazo.
Diversificar en 6 sencillos pasos
- Evalúa tu perfil de inversión: antes de comenzar, es importante comprender cuáles son tus objetivos financieros, tu tolerancia al riesgo y determinar el período por el cual estás pensando invertir. Será diferente si pretendes comenzar a probar invirtiendo por períodos cortos, o si tu intención es hacer un compromiso a lo largo del tiempo.
- Define tus objetivos de inversión: es importante tener claridad sobre qué es lo que deseas obtener a largo plazo. Esto puede incluir metas como el crecimiento de tu capital en un porcentaje específico, tener ingresos adicionales o, de manera llana, proteger tu capital de los efectos de la inflación.
Definir tus objetivos ayudará a orientar tus decisiones de inversión y evaluar el desempeño de tu cartera de inversión en función de esos objetivos.
- Familiarízate con las diversas clases de activos: desde los más comúnmente conocidos como las acciones o los bonos, hasta los más recientes pero con grandes historias de éxito como el crowdfunding inmobiliario. Comprende los riesgos y rendimientos asociados con cada uno de ellos.
- Asigna activos estratégicamente: esto implica que determines cómo quieres distribuir tus recursos entre las diferentes clases de activos de tu interés. Para ello nuevamente deberás considerar el perfil de riesgo y tus objetivos de inversión.
- Selecciona tus inversiones: cuando lleves a cabo la asignación de activos, es importante seleccionar inversiones dentro de cada clase de activo. Aquí deberás considerar su calidad, su rendimiento potencial, así como el análisis de riesgo. Lograrás diversificar efectivamente seleccionando activos que tengan correlaciones bajas o nulas entre sí, lo que garantiza que no se moverán en la misma dirección al mismo tiempo.
- Evalúa y ajusta: es probable que, con el tiempo, tus inversiones puedan tener un desempeño diferente al original, desequilibrando tu asignación de activos. Es importante que realices un ajuste periódico de tu cartera para mantenerla en buena forma, y te ofrezca rendimientos en los términos que necesitas. Para ello valdrá la pena que observes de cerca los cambios en los mercados y evalúes el impacto que eventos económicos o políticos puedan tener.
No hay duda de que podemos obtener resultados que nos beneficien económicamente desde el inicio de esta práctica, sin embargo, aprender a diversificar de manera exitosa requerirá de tiempo: de la prueba y el error. Te recomendamos que lo veas como un proceso incremental de aprendizaje y, sobre todo, que trates de disfrutar el camino.
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