Si quieres invertir en bienes raíces, estudias temas inmobiliarios o simplemente consideras interesante este mercado, es importante conocer estas definiciones. Lo primero que hay que saber es que ambos términos, desarrollo vertical y desarrollo horizontal, se utilizan de manera jurídica-legal, y se refieren al tipo de régimen de propiedad en el que se pueden clasificar los inmuebles, ¿qué? ¿cómo? Te explicamos.
Edificios y condominios, son los términos coloquiales con los que nos referimos a un desarrollo vertical y a uno horizontal -respectivamente- al hablar de bienes raíces.
Pero para entender mejor las diferencias del tipo de edificaciones que pueden construirse en una ciudad y específicamente en México, necesitamos saber a qué nos referimos con un desarrollo vertical y un desarrollo horizontal.
Desarrollo horizontal
Una propiedad horizontal se caracteriza por extenderse de manera exclusiva sobre un terreno, urbanización o complejo constructivo. Nos referimos a las casas, aunque también se puede referir a un departamento.
Según la Ley de Propiedad en Condominio de Inmuebles de la Ciudad de México:
Un condominio horizontal, se refiere a los inmuebles con construcción horizontal donde el propietario tiene derecho de uso exclusivo de parte de un terreno y es dueño de la edificación establecida en el mismo.
El propietario puede compartir o no su estructura, siendo titular de un derecho de copropiedad para el uso y disfrute de las áreas del terreno, construcciones e instalaciones destinadas al uso común. Este tipo de desarrollos tienen una regulación propia.
Desarrollo vertical
Por otra parte, la Ley antes citada menciona que un condominio vertical, es aquel inmueble edificado en varios niveles en un terreno común, con unidades de propiedad privativa y derechos de copropiedad.
Por lo tanto, nos referimos específicamente a los edificios que cuentan con varios locales o viviendas destinadas al alquiler y que pertenecen a uno o más propietarios.
A diferencia de la propiedad horizontal, no constituye una comunidad de propietarios, pero sus dueños tienen el deber de conservar el inmueble en buen estado y cumplir sus obligaciones fiscales y administrativas.
Ventajas de construcciones verticales en las ciudades
La verticalidad bien aplicada tiene muchas ventajas tanto ambientales, sociales, urbanas y económicas.
Estas construcciones reducen consumos, niveles de contaminación, aminoran la huella ecológica, tienen ventajas de movilidad, reduce traslados y promueven la interacción económica.
Hoy en día, vivir y/o trabajar en un desarrollo vertical contribuye al ahorro del espacio público en las ciudades, además, promueve que las grandes urbes se hagan más compactas y en definitiva contribuye al uso inteligente de los terrenos.
Incluso los edificios son considerados grandes inversiones y de larga duración, más aún cuando estos son proyectos sostenibles o enfocados a reducir muchos de los desafíos que enfrentan las ciudades como el cambio climático.
Si vemos las estadísticas, el sector de la construcción representa un 10% del PIB mundial (según un estudio de World Resources Institute, siendo realmente las inversiones a largo plazo las que crean empleos y promueven el movimiento económico constante.
La vivienda vertical no es una opción, sino una necesidad para lograr que las ciudades funcionen y los ayuntamientos garanticen la prestación de los servicios.
Datos interesantes sobre desarrollos verticales en la CDMX
Según un estudio de Tinsa, en el segundo trimestre del 2017 se registraron 9,330 unidades nuevas ingresadas al mercado; quedando un total de 1,125 proyectos activos, donde el 86% corresponde a proyectos de vivienda vertical y un 14% a proyectos de vivienda horizontal.
Con respecto al trimestre anterior, al término del 3T2017 en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, se presentó un incremento del 4.5% en el stock disponible, pasando de 51,118 a 53,425 unidades.
Para terminar…
La construcción de desarrollos verticales u horizontales depende en gran medida de las características o demanda de las poblaciones.
Si los espacios o desarrollos no se generan conforme al crecimiento de las ciudades, la huella urbana aumenta y surgen problemas.
Por ejemplo en el caso de la población, el traslado se ha convertido en todo un reto, o para el gobierno, resulta un tema muy complejo ya que deben planificar y generar infraestructura básica, servicios de calidad y espacios acorde a las características que demanda la población.