“Las mujeres siempre han manejado el presupuesto del hogar. Ahora es el momento de que nos hagamos cargo de nuestro propio futuro financiero”.
Oprah Winfrey
Probablemente todos hemos escuchado alguna vez la idea de que las mujeres son bien administradas: que hacen magia para llegar al fin de mes cubriendo las necesidades, de ellas mismas, y de quienes tienen a su cargo. Quizás no solo lo hayamos escuchado, sino que, en algunos casos, también pudimos ser beneficiados por la capacidad de una mujer para administrar los recursos que tenía a la mano. Y, en países como el nuestro, en donde estos últimos suelen escasear para la mayoría, el concepto adquiere una relevancia especial.
Aunque el género no es un factor concluyente en la capacidad de alguien para administrar el dinero de manera efectiva, se sugiere que las mujeres podrían tener ciertas ventajas al momento de procurar su salud financiera.
No obstante, la evolución de las mujeres en la administración de dinero ha sido un proceso gradual. En el pasado, tenían menos acceso a la educación, al mundo laboral y a los instrumentos bancarios, lo que les impidió adquirir los conocimientos necesarios para administrar finanzas. Además, las actitudes sociales y los valores culturales imperantes también limitaron históricamente el papel de las féminas en la toma de decisiones económicas.
Sin embargo, -y afortunadamente- en las últimas décadas la situación se ha transformado significativamente, y las mujeres han logrado avances considerables a través de un cambio de mentalidad que se ha propuesto romper el techo de cristal, en todos los niveles.
Pero, ¿qué ventajas tendrían las mujeres al momento de gestionar el dinero?
Te compartimos algunos rasgos que podrían estar detrás de este concepto:
1. De acuerdo a un estudio realizado por Vanguard, las mujeres son menos propensas a asumir riesgos de inversión; esto puede ser un atributo pues, asumir demasiados riesgos, en ocasiones conduce a pérdidas financieras, aunque por otro lado, esto pueda limitar sus posibilidades de crecimiento económico.
2. Las mujeres tienen una esperanza de vida más larga, lo que significa que es probable que necesiten administrar su dinero durante un período de tiempo más prolongado. Esto requeriría de una perspectiva a largo plazo de la planeación financiera y la inversión.
3. Tienen habilidades multitarea pues, a menudo, deben atender múltiples responsabilidades y tareas simultáneamente, lo que podría proyectarse hacia otras áreas, incluida la gestión financiera.
4. La atención al detalle es otro rasgo del que las mujeres se apoyarían al momento de analizar los gastos, de la revisión de los estados de cuenta y la identificación de áreas en las que se puede ahorrar.
5. Por último, la resiliencia: es más probable que las mujeres experimenten reveses financieros debido a la brecha salarial de género, las interrupciones de carrera, así como normas culturales, lo que puede conducir a un mayor sentido de responsabilidad financiera.
Aun así, sabemos que lo anterior no resultará suficiente para manejar de forma exitosa el dinero de facto. Aunque el simple hecho de anotar tus ingresos y gastos en una hoja de papel puede ser una herramienta poderosa para la administración, en la actualidad existen muchos recursos de los que podemos servirnos para organizar mejor nuestras finanzas.
Entonces, ¿cuáles son las herramientas disponibles para afrontar el reto?
Apps de gastos: aplicaciones como Mint o Wallet pueden ayudar al seguimiento de tus gastos, a establecer metas financieras y a crear un presupuesto que sea coherente con tus ingresos.
Apps de banca móvil: estas pueden facilitar la administración con funciones como las de transferencia, pago de recibos y alertas de transacciones.
Programas de recompensas de tarjetas de crédito: muchas tarjetas de crédito ofrecen programas de recompensas que pueden ayudarnos a obtener reembolsos en efectivo, puntos o millas para abonar al gasto diario.
Servicios de asesoramiento financiero: donde expertos en el tema brindan orientación personalizada para ayudarnos a alcanzar nuestras metas.
Recursos educativos digitales: podemos echar mano de plataformas que ofrezcan recursos didácticos para ayudarnos a aprender sobre finanzas personales e inversiones. Te invitamos a visitar nuestra sección de e-books, donde encontrarás materiales enfocados en ello.
Libros: como la serie del Pequeño Cerdo Capitalista, de la autora de negocios mexicana Sofía Macías que, en un lenguaje sencillo, elaboran alrededor de cómo administrar mejor y cómo invertir para cumplir nuestras metas financieras.
Podcasts: como Mujeres & Dinero, liderado por la periodista de finanzas Gabriela Huerta. Un espacio para conocer, de primera mano, historias de mujeres exitosas. Escucharemos sus recomendaciones, sus hábitos y rutinas, además de los errores que han cometido en el camino y cómo superarlos.
Comunidades virtuales: tales como Lidh, un proyecto que ofrece ideas para mejorar la relación con el dinero, y para todo aquello que integra la educación financiera con perspectiva de género.
Es verdad que el uso de estas herramientas que te presentamos es solo el primer paso. En realidad, tener éxito en el manejo de nuestras finanzas implica desarrollar una estrategia completa y minuciosa a desarrollar en el largo plazo.
Finalmente, vivimos en una era donde el bien administrar es un concepto más amplio, por lo que guardar el dinero en el banco ya no es suficiente. Por eso, en Expansive te acompañamos, en el Mes de la mujer y durante todo el año, en este viaje hacia tu libertad financiera. Invierte ahora y disfruta de los beneficios que el crowdfunding tiene para ti.
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